Hijos, este lindo regalo que es la vida está lleno de deberes y placeres. Encontrar el equilibrio justo es ser feliz.
Observen su entorno, llenen su mirada de curiosidad, valoren cada experiencia que tengan y sonrian. Sonrian mucho porque como decía el filósofo “no sonreímos porque somos felices, sino que somos felices porque sonreímos”.
Si es el plan de Dios, todo llegará, y que mejor que estar preparados para aceptarlo y gozarlo.
He aquí algunos consejos que a mí me sirvieron útiles para aceptar el plan de Dios:
1. Aprende a "leer" a las personas, es tan importante lo que dicen y hacen como el por qué lo dicen y hacen.
2. Ahorra, no importa cuánto ganes siempre ahorra algo.
3. Comprométete con tu palabra, siempre promete un poco menos de lo que estás dispuesto a hacer, aunque luego hagas más.
4. Anticípate a las circunstancias, muchas cosas pueden ser más fáciles y efectivas de lograr si te anticipas a los hechos.
5. Lee "El Príncipe" de Nicolás Maquiavelo y la Biblia. En el primero encontrarás los "cómos", pero siempre en el segundo básate para encontrar los "porqués".
6. Sé responsable de ti mismo, eres la única persona a la cual debes de conocer a fondo y dominar. Lo demás llegará después, si está en el plan de Dios que debe llegar.
7. Si tienes ese privilegio de la vida, date permiso que tu visión de las cosas sea adelantada a tus tiempo, eso te ayuda a generar el cambio.
8. Edúcate como ser humano y prepárate técnicamente en la actividad profesional que elijas, pero no confundas una cosa y la otra. La primera desarrollará el ser humano que eres, la segunda, tus habilidades solamente.
9. Analiza a fondo los mensajes que la gente te manda. No los descartes porque te lo dicen de forma que no te gusta o por venir de quien vienen. Las buenas ideas valen oro.
10. Se respetuoso con todo, con todos.
