Hijos, cuando sean padres comprenderán que
el amor no es algo estático, que se toma por hecho. Es algo vivo, dinámico,
moldeable.
Es un desafío constante que nos pone a
prueba diariamente. No es un examen que uno puede pasar o suspender,
pensando en las vacaciones. El amor no conoce de vacaciones.
Es un camino lindo y largo, que se hace
paso a paso. Y no lo confundan con estar enamorado. Es muy distinto.
En la vida se enamorarán muchas veces, casi
las mismas que se desenamorarán. Y digo casi, porque espero que “el o la casi”
sea su media naranja de por vida. Un amor que les acompañe.
Y si no les acompañe, no tienen porque
sentirse obligados a seguir el mismo camino.
Cuando sean padres conocerán un amor nuevo.
Diferente. Rico. Plácido. Asustado. Incondicional.
Es un amor para siempre. Les doy las
gracias por poder vivirlo.
Siempre me tendrán a su lado.
A continuación les dejo otros consejos que
a mí me ayudaron a andar:
- Mantente cerca de tus padres y hermanos, respeta sus ideas, por algo las tienen.
- Busca en las diferentes etapas de tu vida un tutor o modelo y sigue sus pasos, pero aspira a ser más grande que él.
- No le "des la espalda al mar"
- No te confíes de las cosas que llegan gratis, todo en la vida tiene un costo.
- Gánate lo que tienes, nunca tomes de otra persona lo que no es tuyo.